Las personas factor clave de competitividad
La competitividad es la capacidad de competir, lo cual no es algo abstracto y genérico sino el resultado del buen hacer de los activos de la empresa. Y, precisamente, las personas son el principal, situación mucho más importante y dependiente, en proporción, en las pequeñas y medianas empresas que en las grandes.
- Y, lo dicho ocurre porque son las personas concretas, Pepe, Juan, Luis, las que desarrollan la actividad de la entidad, y cuya suma de esfuerzos indicará el nivel competitivo de la organización.
Por lo indicado, es más apropiado hablar de personas competitivas y no tanto de empresas que lo sean, pues los negocios irán bien como resultado de cómo se comporten los recursos humanos que los integren en su conjunto, lo cual es clave en las pymes

La gestión de los recursos humanos
Dado que competir y ser competitivo son las dos caras de una misma moneda y las “personas” son la referencia, una política vital en las pymes deberá ser cuidar a sus recursos humanos y procurar, de forma activa, que sean competitivos y aporten lo necesario.
- Y, la importancia de lo dicho reside en que las personas son la principal fuente de ventaja competitiva en la organizaciones. Tener esto claro es determinante y explica por qué unas empresas funcionan mejor que otras.
Gestionar adecuadamente a los RR.HH. no es una cuestión más, entre otras muchas: es la piedra angular, a la que ya me referí en otro post. Ahora me centraré en uno de los pilares de dicho quehacer, la importancia del talento sobre todo en las pymes, pues estas empresas son las que más lo necesitan e invertir en ello puede ser una cuestión crucial.
Importancia del talento en las pymes
Si, como dije, las personas son «la principal fuente de ventaja competitiva», cuanto más talento tengan mayor posibilidades habrá de desarrollar su capacidad de aportar, algo sobre lo que conviene reflexionar porque de ello dependerá en gran medida cómo le vaya a la empresa.
El problema es que a veces damos poca importancia a lo indicado, al talento, y vemos a los trabajadores como meros instrumentos operativos y no como algo esencial; y, no valoramos, por ejemplo, la necesidad de «pagar bien»: es una visión cortoplacista, negativa y que demuestra poca inteligencia práctica.
- Evidentemente, alguien podría decir: mi pequeña empresa no puede pagar salarios altos (ni tener a los mejores). Esto es cierto y ocurre muchas veces; pero indicaría que quizás el modelo de negocio se basa en “ir tirando”, sin suficiente rentabilidad: si esto ocurriera, deberemos reflexionar con urgencia.
- Lógicamente, hay casos donde, al ser muy pequeño el negocio, el horizonte es el de obtener un sueldo y esa sería la rentabilidad. Pero esto es otra cuestión, diferente a la mentalidad empresarial.
Las pymes tienen que ser competitivas y el camino es ser excelentes mediante las personas que las componen, y esto cuesta dinero: hay que tenerlo en cuenta a la hora de poner en marcha una empresa.
- Lo dicho no quiere decir, por ejemplo, que todas las pymes de un sector industrial deban fichar a ingenieros: puede haber situaciones donde se deban tener mecánicos, pero los mejores y a los que deberemos pagar en consecuencia, y si ello supone un salario de 4.000 € al mes, así tendremos que hacerlo.
- Otra cuestión es si por el tamaño y medios de la empresa podremos tener, si fuera el caso, un departamento de marketing y prospección de mercados y otro de I+D+i, ambos con personal adecuado y bien pagado. En muchas ocasiones no será posible, y por esto insisto una vez más en la importancia de establecer alianzas de negocio con otras pymes para compartir recursos y abordar retos, conjuntamente.
- Espero que se haya entendido, porque me preocupa.
Además, el talento es la base para que la empresa sea innovadora, estrategia esta que se basará también en la fuente de ventaja competitiva indicada, las personas.

Por último, otra consideración. Además de seleccionar a los mejores, hay que formarlos y hacerlo de forma permanente. Esto también cuesta dinero, pero volvemos a lo mismo: es necesario.
- Y, eso tiene una ventaja adicional: si formamos al equipo habrá más posibilidades de cubrir las plazas necesarias con promociones internas.
- En cualquier caso, siempre, tendremos que preocuparnos también de las opciones de progreso en la organización, para que el talento «no se pare».
Aquí lo dejo. Espero que os haya ayudado a ver más clara la importancia del talento en las pymes.
Saludos cordiales a todas y todos.
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