Los giros estratégicos

Una empresa, como las personas, puede avanzar hacia adelante y en un momento dado decide invertir su dirección de marcha o torcer hacia un lado. Esto no quiere decir que le vayan mal las cosas (o sí), sino que conscientemente, llevando el timón, decide dar un giro necesario.

En los negocios, como en la vida, en ocasiones hay que dar un “volantazo”o giro estratégico, necesario para lograr sus objetivos. La estrategia nos ayudará a alcanzar estos y en determinadas circunstancias implicará tomar decisiones extremas, dando un giro brusco: desde 2007 ha sido el contexto de referencia para muchas empresas, de todos los tamaños, la necesidad de cambiar, aunque unas lo han realizado y otras no. Veamos un ejemplo, en positivo.

Hace unos días, se ha publicado en numerosos medios la noticia (demasiado escueta) del giro estratégico que ha dado Mercadona, primero asumiendo un error y luego poniéndole solución (costosa y nada fácil): los productos frescos no podían venderse como secos. La decisión de cambio ha debido afectar a casi todos los componentes de su cadena de valor, para intentar recuperar un mercado que –según decían- estaban perdiendo: el de artículos al peso, es decir clientes que dan mucho valor a la frescura en verduras, frutas y otros artículos, y menos al envasado en bandejas.

Decidir y hacerlo a tiempo, dar un giro, con todas sus dificultades: esta es la cuestión, que podemos trasladar a nuestras situaciones concretas, en unos tiempos revueltos (¡cuántas empresas están cerrando por no actuar cuando aún había remedio!).

Para tomar tal decisión y llevarla a la práctica con rapidez y fiabilidad, primero “alguien” ha debido certificar el problema con información contrastada (no intuiciones: muchas veces se abordan medidas basadas en un poco de información y un mucho de adivinanza). Información, por tanto, de calidad, analizada y valorada, porque sin ella es casi imposible dar un giro estratégico coherente, en el sentido de dar respuesta a lo que quieren los clientes: podemos pensar que estos ya tienen suficiente oferta de fruta envasada, de calidad y a buen precio…; sí, pero no es así como les convenceremos, sino adaptándonos a sus preferencias. Ambas opciones pueden ser válidas, pero uno tiene la sartén por el mango …, le dijo aquella al cazo.

En ocasiones el problema es confundir percepción con realidad, y autoengañarnos: lo que nos parece, puede que no sea lo que está ocurriendo, tanto por  la tendencia natural a justificarnos como el rehuir lo que se debe hacer, sin retrasarlo. En cierto sentido podríamos compararlo con lo que Bárbara Ehrenreich, expone en su libro “Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo”: como la realidad no la podemos modificar, cambiemos su percepción; o dicho de otro modo: para no coger “el toro por los cuernos”, pensamos que no hay problema, que no hay toro, y ¡podemos acabar creyendo que es un gato!

En relación a lo indicado, me viene a la cabeza los errores estratégicos cometidos por la candidatura española Madrid 2020, con incoherencias quizás involuntarias porque no manejaron información fiable: partieron del supuesto apoyo de una mayoría de miembros del COI (¡tenemos tantos votos seguros!), y no supieron centrarse en ellos como clientes (los que decidían), ni detectaron que tenían una percepción diferente de qué son unos JJ.OO. y qué deben trasladar (grandes obras, tan diferentes al low cost), qué importancia le daban al doping … Y todo con la dificultad añadida de entender a dichos personajes, lo cual no debía ser tarea fácil.

Sin información fiable no hay coherencia, y se terminó trasladando al ciudadano  una dosis de expectativas que ni con mucho se correspondían con la realidad. O dicho de otra forma: tuvieron una percepción errónea de la realidad, que les llevó a creer que era otra.

La coherencia estratégica es como el eje de una rueda, sobre el que gira: sin dicho artilugio el movimiento no estará dirigido y/o no podrá controlarse. En resumen, tomar decisiones, sin retrasarlas + hacerlo pensando en el cliente + siempre a partir de una información fiable.

Termino pero  quiero volver al principio, a la cadena de supermercados, porque, en este caso, no solo hay un giro estratégico: hay una revisión de la Visión y la Misión de la empresa, al querer potenciar y hacer sostenible el sector primario español, con el cual desean tener unos vínculos más estrechos y duraderos. En definitiva, giro, coherencia y compromiso.

Saludos cordiales a todas y todos.

 
Copyright © 2013 por F. Javier Díaz
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Post publicado en www.podemossercompetitivos.com.

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