Acotex ha presentado un relevante informe sobre su sector, y que junto otras informaciones disponibles permiten confirmar la situación del comercio textil en España, en especial el pequeño y sus tendencias.
El comercio textil en cifras
Dicha entidad («Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel», Acotex), indica en «El comercio textil en cifras» que las ventas han caído un 41,26 % en 2020 (respecto el año anterior), han cerrado el 23,9 % de puntos de venta y se han perdido 26.680 empleos.
Mientras en 2019 el gasto en textil fue de 1.256 €/hogar, en 2020 bajó hasta 903 €.
La causa principal que justifica dicho descenso fue el confinamiento que sufrió la sociedad española, y derivado de ello la caída del turismo y exportaciones (-19,1 %, en este caso).
Este año (2021) las cosas han mejorado pero no tanto (barómetro de mayo de Acotex): las ventas han sido un 15,5 % inferiores al mismo mes de 2019, mientras el acumulado muestra un -35,7 % en relación a similar periodo hace dos años.
Hasta aquí los datos referidos al efecto del coronavirus expuestos en el informe citado.
¿Algo más a destacar? Creo que sí, pues desde hace tiempo viene produciéndose un cambio en el sector textil, derivado de una modificación en los hábitos de compra del consumidor. La coincidencia temporal con el virus ha hecho más critica la situación y acelerado procesos ya en curso.
La bajada de ventas en las pymes es un hecho que viene de lejos, y que se traduce en cómo han evolucionado los diferentes canales: hace 30 años el pequeño comercio independiente (no me gusta llamarlos «tradicional») dominaba claramente el sector; ahora no es así.
Las cadenas especializadas crecen, los más grandes lo son aún más y la venta online es una realidad. A «alguien» le quitan esas ventas, en un contexto de concentración sectorial y oferta multicanal.
Incluso (como resaltaba Expansión el 11/6), los super e hiper tuvieron una cuota del 28,3 % en 2020. Es probable que disminuya con la «normalidad», pero su importancia es obvia.
Y ¡qué decir de la pérdida de fidelidad del cliente al comercio «de toda la vida»!
Dos crisis muy seguidas (2008-14 y 2020-21)
El cambio de hábitos y nuevos estilos de vida, junto al caldo de cultivo de dos crisis, ha provocado una reducción progresiva del gasto familiar en ropa y calzado: en 2007 eran unos 770 € por persona/año, bajando hasta 558 € en 2015 (INE).
Si nos centramos sólo en textil, los resultados estimados se muestran en el cuadro (si quitáramos el efecto IPC, la caída sería mayor).
En el periodo 07-21 han cambiado muchas cosas y también la forma de vivir y vestir.
Y, no olvidemos que la estructura de los hogares también se ha modificado: ha descendido el número de sus integrantes y el 25 % de aquellos tienen sólo un miembro.
Conclusiones
Profundísimos cambios explican la situación del comercio textil. Y, a este respecto permitidme varias reflexiones a modo de conclusiones:
- Pequeño comercio: vengo diciendo desde hace tiempo que lo que está en crisis no es el tamaño, sino ser independientes. No podemos hacer la guerra en solitario. Por tanto, alianzas y cooperación empresarial. Sumar fuerzas en una amplia gama de opciones.
- Digitalización: resulta esencial. Es el nuevo «aire» que respiramos.
- Tener información: sin ella vamos a ciegas. Conocer las tendencias.
- En definitiva, es urgente actualizar los modelos de negocio.
Lo indicado en 1 y 2 debería formar parte del modelo de negocio (4), lo cual sería extensible a pymes de cualquier sector.
¿Hay esperanza? Sí, pues el cliente prefiere sentirse bien atendido y nadie como la pequeña empresa para lograrlo. Pero, de acuerdo con la situación del comercio textil, hay que centrar bien la cuestión con urgencia.
Saludos cordiales.