LA DIRECCIÓN POR OBJETIVOS (DPO) (I)

La Dirección por Objetivos (DPO) es un modelo estratégico muy útil para dirigir una empresa, sobre todo las innovadoras y  exigentes y que tengan una capacidad mínima.

Toda organización empresarial debe tener claros sus objetivo, que puede implementar a partir del esfuerzo de sus directivos sin más, y/o ayudándose con esta herramienta que basa su eficacia en la imprescindible implicación de todos.

No sólo es dirigir: es hacerlo con la complicidad del equipo.

En mi opinión, una pyme a partir de 20 o 25 personas podría plantearse una DPO, si no la tuviera.

A continuación os traslado, en dos entregas, una forma de entender la cuestión mediante un modelo que concreté en su momento, y he aplicado numerosas veces.

Dirección por Objetivos (DPO)

La Dirección por Objetivos (DPO) consiste en enfocar y concentrar todos los recursos y esfuerzos, de la empresa, para el logro de aquellos. Y, se aborda con una visión clara de su importancia: si se hace bien cumplirá su misión de forma sostenible.

Se implementa procurando la participación de toda la organización, con determinación, esfuerzo y constancia. Es un compromiso.

De esa forma, lo más importante que deben hacer el equipo directivo (en especial) y cualquier persona que tenga responsabilidad, es alcanzar las metas establecidas (consecuencia de un proceso de reflexión estratégica) porque de ello depende la razón de ser de la empresa.

Los peores enemigos de este modelo, la dispersión, la resignación y la improvisación mal entendidas, no tienen cabida.

Lógicamente el sistema DPO debe contemplar una mínima flexibilidad para, en función de los resultados, tomar medidas correctoras cuando estén justificadas. Pero siempre según el rumbo establecido.

Los objetivos

Es imprescindible tener objetivos. Sin ellos no hay orientación ni finalidad, sólo trabajar y trabajar. Cuando se tienen y se logran se obtiene una enorme satisfacción. La diferencia entre sí o no es evidente.

¿Qué tipo de objetivos hay? En función del ámbito de decisión, podríamos clasificarlos así (o de otro modo, porque estoy simplificando): corporativos (retos), generales o anuales y operativos. El cuadro siguiente lo resume.

la dirección por objetivos

Además, por encima de todo estaría una justificación, en su caso: determinadas decisiones que pueden suponen un cambio drástico (reenfoque general, abandonar determinados mercados, etc.).

También conviene tener claro que el DPO abarca los diferentes plazos temporales, y que la implicación del DG (director general) es trascendental.

En este enlace podéis consultar, si queréis, otro artículo relacionado escrito hace algún tiempo.

Empiezo a explica el modelo que planteo.

Enfoques específicos del modelo DPO

Para asegurar el éxito, el modelo se apoya en tres pilares: establecer los objetivos, contar con una organización funcional, y disponer de niveles de responsabilidad (NR) que faciliten una decisiva implicación de las personas.

Dichos NR estarán unidos a la obtención de una parte de la remuneración, como «variable», según el grado de cumplimiento de los objetivos.

Otra característica es trabajar con objetivos cualitativos y cuantitativos. Esto, mas lo anterior, mejorará el enfoque habitual de, por ejemplo, un cuadro de mando, al prevalecer un enfoque más integral.

La imagen siguiente lo resume:

dirección por objetivos (DPO)

Es decir, no es suficiente con tener buena voluntad: es preciso contar con unos medios y capacidades mínimas para alcanzar el éxito, y que en su conjunto pueden resumirse en una idea: las personas son el soporte de un plan de objetivos, porque ellas desarrollan las capacidades competitivas de una empresa, y no al revés.

Y, el garante de dicho «triángulo» debe ser el DG.

Metodología para la dirección por objetivos

Un sistema DPO se implantaría siguiendo estos pasos:

dirección por objetivos (DPO)

En años sucesivos no sería imprescindible el apoyo externo.

A continuación, me basaré en un ejemplo (simplificado). Se trataría de una pyme distribuidora de alimentación (alta especialización), que ha abordado una reflexión estratégica de la que surge (justificación) la necesidad de iniciar una nueva etapa, apoyándose en una política concreta.

El modelo se compondría de dos bloques: la planificación y la revisión de resultados.

En el caso que exponemos la organización y NR no estaban bien definidos, de ahí que se incluyan como parte de la estrategia para implementar un DPO.

Y, evidentemente puede realizarse con hojas de cálculo, pero si se dispusiera de un software específico se haría todo más fácil.

Planificación

La justificación y los objetivos que ha establecido la empresa se indican en el cuadro siguiente.

DPO

Podría haber un reto 3 relacionado con el equipo, pero para simplificar lo integro con el 2.

Evidentemente, los retos y objetivos generales están relacionados con la justificación y la política prioritaria, y también entre sí: es una especie de «prueba del algodón» que certificaría su coherencia.

Los objetivos se desplegarían mediante la estrategia, sus acciones (con los pasos a dar), responsables, plazos, indicadores, puntos críticos y niveles de prioridad.

Aquí lo dejo. En el siguiente post continuaremos con la planificación y otras fases, e incluiré un cuadro del modelo completo.

Saludos cordiales a todas y todos.

@dirigirunapyme

Copyright © 2022 por F. Javier Díaz. Todos los derechos reservados.

Igual le Interesa

el comité de dirección

IMPLANTAR EL COMITÉ DE DIRECCIÓN (y, II)

Cómo implantar el comité de dirección Con esta segunda entrega sobre el tema, abordaré cómo …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *